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Para hacer senderismo en clima cálido, la elección de la ropa es clave para mantener la comodidad, evitar el sobrecalentamiento y protegerse del sol. Lo más importante es optar por prendas ligeras, transpirables y de secado rápido, que permitan la evaporación del sudor y eviten la acumulación de humedad en el cuerpo.

La camiseta debe ser de manga corta o larga, dependiendo de la exposición al sol, y fabricada en materiales sintéticos como poliéster o poliamida, o en lana merino, que regula bien la temperatura y evita malos olores. Hay que evitar el algodón, ya que retiene la humedad y tarda en secarse, lo que puede generar rozaduras o incomodidad.

Para la parte inferior, los pantalones cortos son una opción cómoda si la ruta no tiene mucha vegetación que pueda causar arañazos. Sin embargo, en senderos con sol intenso o riesgo de insectos, los pantalones largos y ligeros son más recomendables. Algunos modelos ofrecen cremalleras desmontables, permitiendo usarlos como cortos o largos según la necesidad.

El calzado debe ser transpirable y cómodo. En rutas fáciles, unas zapatillas de senderismo o trail running pueden ser suficientes, mientras que en terrenos más exigentes es mejor optar por botas ligeras con buena ventilación. Es importante combinarlas con calcetines de materiales técnicos, como lana merino o fibras sintéticas, que eviten la acumulación de sudor y las ampollas.

La protección solar es fundamental. Un sombrero o gorra con ala ancha ayuda a resguardar la cabeza y el cuello de la radiación solar. También es recomendable usar gafas de sol con filtro UV y aplicar protector solar de amplio espectro en la piel expuesta.

Por último, se recomienda llevar una chaqueta ligera cortavientos en la mochila, ya que el tiempo puede cambiar o puede haber diferencia de temperatura en zonas de sombra o altitud. Vestirse correctamente en clima cálido no solo aumenta la comodidad, sino que también ayuda a prevenir golpes de calor y problemas en la piel durante la caminata.