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Para hacer senderismo, es fundamental llevar una mochila bien organizada con todo lo necesario para la ruta, equilibrando el peso y la funcionalidad. Lo que se debe incluir dependerá de la duración del recorrido, la dificultad y las condiciones climáticas, pero hay algunos elementos esenciales que nunca deben faltar.

El agua es lo más importante. Se recomienda llevar al menos 1,5 a 2 litros para rutas cortas y más si el recorrido es largo o caluroso. También es útil un sistema de hidratación tipo Camelbak o una botella filtrante si hay fuentes naturales de agua en el camino. Para la alimentación, se deben llevar snacks energéticos como frutos secos, barritas, chocolate o fruta deshidratada, además de comida ligera si la ruta es larga.

El botiquín de primeros auxilios es imprescindible. Debe incluir vendas, apósitos, desinfectante, analgésicos, antihistamínicos, pinzas, guantes y una manta térmica. También es recomendable llevar crema para ampollas o rozaduras.

La ropa de recambio y las capas adicionales dependen del clima. Siempre es útil una chaqueta cortavientos o impermeable, incluso en días soleados, y una capa térmica si hay posibilidad de frío. Un gorro o buff y guantes pueden ser necesarios en rutas de montaña.

Para la navegación y la orientación, un mapa físico y una brújula son esenciales en caso de que el GPS o el móvil fallen. También se puede llevar un dispositivo de geolocalización o una app de mapas offline.

La linterna frontal con pilas de repuesto es importante en caso de que la caminata se alargue o haya poca visibilidad. También es útil un silbato de emergencia para señalizar en caso de pérdida o accidente.

Otros elementos prácticos incluyen una navaja multiusos para pequeñas reparaciones, protector solar y labial, gafas de sol, toallitas húmedas y bolsas para recoger residuos. En rutas largas o con posibilidad de pernocta, se puede llevar un saco de vivac o una esterilla ligera.

El peso de la mochila no debe superar el 10-15% del peso corporal para evitar fatiga. Distribuir bien el contenido, colocando lo más pesado cerca de la espalda y los objetos de uso frecuente en bolsillos accesibles, mejorará la comodidad y facilitará el acceso a lo necesario durante la caminata.